Hace un par de meses
incorporamos a la flotilla policial a Teofilo Camarano quien por orden y gracia de los mandos superiores ingresó
directamente como sargento, sin
pasar por los cargos inferiores.
Si bien se trata de un cristiano muy leído –un intelectual autodidacta diaria yo- asiduo sacador de libros de la biblioteca del Centro Uruguay, no cuenta con experiencia alguna en la milicia y es mas , nunca ha salido del pueblo, pues está afiliado a la teoría del terraplanismo y dice que según tiene leido – de acuerdo a la teoría de un Tal de Mileto- el mundo es como una mesa rectangular y uno de los limites esta acá cerquita de Vergara nomas.
La contra es que cada vez que iniciamos una persecución de un malviviente que ha atentado contra la seguridad ciudadana, el primero que arranca a perseguir es Teófilo, a los gritos , revoleando el sable , dejándonos envuelto en la polvareda.
Pero cuando lo trae cerquita a su perseguido –revoleando las boleadoras- que parece que ya lo va a agarrar, detiene el matungo en seco y levanta la mano para que también nosotros paremos la carrera.
-Que pasa Sargento - suelen preguntarle - se nos escapa el hombre.
-No señor –suele contestar- este malandro no va muy lejos, allí nomas atrás de aquellos cerros seguramente se termine el mundo y se va a perder pa abajo con caballo y todo.
-Con este tratamiento, el que entra una vez a meter pendenga al pueblo, no vuelve por otra – afirma convencido, ante la mirada atónita de la tropa.
Pero bueno señor jefe, debo informarle que connotados malhechores como Caracortada Piriz, el Zurdo Bengoechea, Seisdedos Dorrego y otros de la misma laya , se los ha visto nuevamente por Vergara cometiendo tropelías.
Como era de esperar, le di de baja a Camarano y en su lugar di ingreso a Pitágoras Gonzales y a Aristóteles Pereira que no se si serán buenos perseguidores, pero por lo menos están afiliados a la teoría de que la tierra es redonda , lo que permitiría perseguir a estos revoltosos hasta que se canse el matungo, con posibilidades ciertas de cazarlos y hacerlos pagar por sus desmanes.
Sin mas que agregar lo saludo atte
El Comisario de Vergara.
Carta dirigida SEÑOR JEFE POLÍTICO de Treinta y Tres 21 de febrero de 1920
Carta dirigida SEÑOR JEFE POLÍTICO de Treinta y Tres 21 de febrero de 1920
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