Sr Juez de Paz
El cabo Antolín Araujo alcanzó ese galón con justicia.
Dueño de una puntería excepcional es capaz de limpiarle el pucho de los labios a un cristiano a 1500 metros de distancia.
El exiguo sueldo policial lo complementa ganando al tiro al blanco en los parques, pasando los premios obtenidos a surtir una mercería propiedad la mujer.
Pero ya lo conocen- llevó a la quiebra a varios sitios de entretenimiento- y tiene una orden judicial de alejamiento .
De todos modos Antolin se las "ayeita" para sacarle el cuerpo.
Se disfraza, pide pingo prestado e ingresa sin ser reconocido para arrasar hasta el último trofeo.
Todo iba bien hasta que el diablo metió la cola
El otro dia acampó el Parque Pernambucano.
Antolín se vistió de mujer y allá fue entrada la noche.
Llegó .. ató el matungo a un palo contiguo a la calesita y puso manos a la obra.
Pidió fichas, rifle, y no paró hasta vaciarles las estanterías.
Quiso el destino que cuando se retiraba , al saludar cortésmente a la joven que atendía, y creyéndose que portaba sombrero, se tomó la peluca, quedó con ella en la mano y la pelada al aire.
-Es Antolin, gritaron los dueños, e iniciaron una feroz persecución del timador.
El Cabo corrió hacia su caballo, y abriéndose paso entre el gentío pudo divisar el corcel, que que ya se ponía en movimiento.
Con un salto de tigre se le enorqueto en el lomo, tomo las riendas, taloneo, y el pingo lejos de reaccionar abruptamente, inició una marchita lentísima en círculo acompañado por una musiquita
La multitud lo bajo del caballito de la calesita, adónde monto en el apuro; sin mucho preambulo lo apalearon con debido respeto, y me lo trajeron a la seccional.
Lo tengo lleno de moretones, con compresas de salmuera, en un quejido solo.
El Dr Sala que lo revisó de pe a pa, dice que en una semana estará como nuevo.
Ese es el plazo que demorare en arrimarselo a su recinto justiciero para que dictamine acerca de su falta.
Atte
El Comisario de Vergar
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