AGUATERO

                                                                                                                                                                   

 Señor Juez de Paz de la Segunda Sección

 El aguatero Jesús Barreto radicó en esta una denuncia que dice que al proceder a sacar agua del barril para un cliente,  notó que el mismo -que había sido cargado en el arroyo hacia una media hora mas o menos- no tenía una gota de agua y que tras un repaso visual del casco observó 16 orificios redonditos por donde seguramente había escapado el líquido. Ordené de inmediato a los guardias civiles  Cándido y Casiano Silva –ni parientes-  una recorrida por el derrotero  seguido por el carro hasta el arroyo Parao –sitio de recarga del mismo- y antes de llegar a este, en los fondos de la casa de Bernardo Silvera    vieron a 2 personas que tiraban al blanco con un revolver Colt 45. Eleuterio Miraballes y Policarpo Torres,  fueron conducidos pacíficamente a esta dependencia a mi cargo donde declararon que le estaban disparando a unas latas de aceite El Torero  para afinar la puntería,  pues se practicaban para un llamado a concurso de guardias civiles para la comisaría de la cuarta sección lindera con la nuestra, en Cuchilla de Dionisio   en este departamento y  que nunca vieron pasar el carro del aguatero,  y que si lo agujerearon fue sin querer. Por tratarse de una irresponsabilidad con consecuencias que pudieron ser fatales, los tengo a su disposición habiéndoles otorgado permiso para continuar con sus ejercicios  balísticos en el fondo de esta comisaría a pedido del Comisario de aquella seccional, que necesita personal urgente en esa extensa zona asolada por el abigeato lanar y vacuno. Le ruego prontitud en la toma de declaraciones a los involucrados, dado que a los fondos de la comisaría está el hotel de Juan Buzó y se ha quejado su señora que le tienen las sabanas que cuelga a secar, como un colador, amén de haberle matado el gallo que se subía a la parra a cacarear temprano Sin otro particular los saludo atentamente con la habitual estima y consideración, dejando constancia que el aguatero Barreto, que se ha aprovechado del perjuicio, pues  la Intendencia le ha contratado el barril agujereado como regador para aplacar el terrible tierrerio que  levantan los carruajes, jinetes y peatones, que circulan por  nuestras calles,  desfilará también por su fórum cuando termine el turno.  

El Comisario de Vergara