24 de
febrero de 1922
Señor Jefe Politico
Treinta y Tres
Desde que el partido me confio
el resguardo de la ley y el orden de la 2da sección de este departamento
que abarca no solo Vergara sino poblaciones como Leoncho,La Clavera, El
Alegre, Rincón, Bellaco , El Catete, Mendizabal y varios centenares
de casas y rancherios, he defendido a bala y sable el derecho
a vivir en paz de los nobles ciudadanos de esta comarca.
El abigeato, el contrabando, los
juegos ilegales, los delitos contra la propiedad, y contra el cristiano mismo,
entre otros, atopetan las hojas del libro de los partes diarios
y nos obliga a esclarecerlos y combatirlos, sin tasa ni medida.
No hay un delito peor que otro, todos
requieren esfuerzo, paciencia y dedicación y allá vamos con mis
subalternos cuando la justicia nos reclama.
Pero hay un acontecimiento que merece
especial atención; y que siempre trastoca la peligrosa rutina de este
destacamento: las elecciones.
En los dias previos al acto
mismo, a la gente le entra como una alzadera y arman un barrullo
que es imposible de contener.
Me cuelgan cartelería en los
arboles, tiran volantes en las plazas, me pintan las casas con números y
atraviezan pasacalles que quedan colgados hasta la eleccion que viene.
Y esto no es nada comparado con lo
que se viene para las proximas elecciones; parece que entra en vigencia
un nuevo documento -la credencial civica- que viene a sustituir la
“balota", que gracias a que carece de foto y de huellas
digitales, tiene sus ventajas, pues el que se siente presionado o
tiene algun infundado temor y no quiere votar (o se murio hace
poco) se la puede prestar a otro que tenga real interes.
El sistema actual es
mas conveniente, usted bien sabe que se vota con la balota en mano y
cuando llega a la mesa, el elector “canta” en voz alta
la lista que prefiere y ahi nuestro delegado le puede "correr
el ojo" para que rectifique lo dicho por si se "equivoca" y
nombra a algun candidato de los de "mal pelo"
Nada que ver con el cuarto secreto
que dicen van a poner de aqui a cuatro años, donde nadie va a saber quien
vota a quien.
Recientemente he recibido la
denuncia concreta de los pobladores del caserío de El Alegre quejandose
precisamente de la algarabía electoral y sobre todo de las bocinas que
anuncian las bondades de listas y postulantes, perturbando la
tranquilidad no solamente de los vecinos, sino tambien de los
animales domesticos que a raiz de tanto bochinche merman la
produccion de carnes, lanas, cerdas huevos (de avestruz incluido) y
leche, principal rubro exportable de la economia de esa simpatica
población.
A raiz de la protesta,
-bastante subidita de tono- tomé un determinación drastica: les
confisqué las balotas a todos los pobladores del lugar y se las prestamos
-solo por estos comicios, para no caer en arbitrariedades- a orientales
mas serios y responsables incluso a algunos brasileros consustanciados con
nuestra causa partidaria, para que no se desperdiciara esta oportunidad de
cumplir con nuestra mas cara tradicion democratica.
Bueno, sin mas asuntos que
tratar, lo saludo con mi mayor estima partidaria y personal haciendole
saber que cuando el deber no me llama ni ocupa, hago una discreta
propaganda electoral, para tratar de poner nuestro partido nuevamente en
el gobierno.
El Comisario de Vergara
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