Vergara 12 de mayo de 1914
Sr JEFE POLITICO
Treinta y Tres
Ya lleva para el mes acampado en el baldío de
Ferradita –pleno centro de Vergara- el circo fronterizo NOVO
HORIZONTE, concitando el interés popular con una gran cantidad de
números artísticos y fieras amaestradas.
El sábado último se exhibió la obra teatral intitulada
Juan Moreira, habiéndo requerido el director de la carpa el
concurso de mi tropa para formar parte de la misma; como asimismo de mi
perro Capataz para actuar como su perro Cacique.
Accedí gustoso al pedido - no vaya a creer que por las
entradas que me regaló, ya que tuvieron la desfachatez de sentarme en el
gallinero- sino por el orgullo de ver a mis subalternos y a mi
perro, desempeñarse en una de las obras cumbre de la literatura gauchesca.
Ya desde que se corrió el telón Juan Moreira empezó con boberas,
desafiando la ley y el orden –mas allá de lo que el libreto le indicaba- tanto
que no lo mande arrestar por respeto al público y mi admiración por el
personaje.
La cosa fue subiendo de tono, en tal proporción que
en un momento Moreira gritó a toda la guardia: -¡Vengan por mi milicos hijos de
….¡ (ya se imagina), provocando la inmediata reacción de
Loreto Acosta -quien creyendo que iba en serio- lo agarró de la solapa y
le pegó un par de sopapos.
Juan rebatió con un planchazo de facón en la frente del Guardia
Civil y se armó una gresca descomunal, que terminó en la comisaría, donde
–calmados los ánimos y aclarados los tantos- me di el gusto, ya entrada la
madrugada, de hacerme representar Juan Moreira, en mi despacho y sentado
en primera fila.
Sin mas que agregar, solicitándole permiso para enviar
solo a la guardia - porque a mi perro lo autorizo yo- a sendas
actuaciones a los poblados vecinos Mendizabal, El Chajá y El
Catete, lo saludo con la estima y consideración de que es merecedor.
El Comisario de Vergara
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