Vergara
13 de enero de 1914
Señor Juez de Paz seccional
Tengo en el calabozo al Ñato Montesdeoca cuya
detención se produjo tras la denuncia del empresario cinematográfico Sr.
Lacurcia (conocido comerciante de Treinta y Tres) contra su persona, vistos
unos desmanes cometidos cuando proyectaban
cine - por primera vez en este
pueblo- dentro de una gran carpa,
que tenía afuera un pizarrón que
le escribieron con tiza siguiente:
CINE
Parque Uruguayo - Hoy Gran
Función – Las Aventuras del Lejano Oeste.
La misma fue levantada al medio de la Plaza Confraternidad, contando con los
permisos municipales.
Todo ocurrió -según el denunciante- cuando un indígena de la tribu norteamericana de los Sioux, echado sobre una piedra elevada esperaba el
pasaje de un “cowboy” (asi se les llama
a los gauchos de aquel lugar) de nombre
Hopalong Casiddy que perseguía a todo
galope a unos compadres de aquel, que le
llevaban la novia secuestrada.
Al pasar el caballo frente al peñasco e incorporarse el salvaje para arrojarse
sobre el perseguidor, el Ñato Montesdeoca,
se paró de golpe en el fondo de la carpa, extrajo un arma y descerrajo el contenido del revolver al
infeliz indígena, quien sorprendido falló en su intento y se clavó de cabeza
entre unos pastizales.
El atentado provocó el desbande entre los
asistentes a la carpa, quienes presos del pánico tumbaron la toldería sin poder
escapar.
Le remito a todos los presentes para que les
tome declaración y determine responsabilidades, menos a los
desencadenantes de este revuelo, es
decir al cowboy y al indio, que según
dice Lacurcia es imposible obtener su concurso por el momento.
Sin mas que contarle y sugiriendo le recomiende a estos aventureros no vuelvan mas al pueblo con
estos dramas matrimoniales, que no hacen mas que alterar el orden y la
convivencia, lo saludo atte.
El Comisario de Vergara
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