Páginas

INSEGURDIDAD EN EL PUEBLITO - DOBLE DE RIESGO


                                                                                      

     Vergara 22 de agosto de 1918  

Señor Jefe Politico

Paso a comunicarle  que el orden público  se me ha complicado bastante  en la  seccional en la cual ejerzo mi autoridad.
Los amigos de lo ajeno han montado lo que se conoce en la  jerga del hampa como “operativo rastrillo”   que despliegan en la sombras de la noche de manera tal que en las horas de la mañana del dia siguiente  se amontonan  en mi oficina los damnificados  que  vienen a hacer su denuncia.
Por tal motivo saqué  en horario nocturno una patrulla policial motorizada a transitar las calles esperando obtener resultados   y tratar de tener a raya a esta caterva de cleptómanos,
El operativo empezó a dar esos resultados positivos, pero  ocurrió algo inesperado.
Ayer mientras sacaba tabaco de la tabaquera (de donde mas) para armar un pucho, me encuentro con un papelito cuadradito mal  escrito, que decía:
“Sr Comisario: Si continua  el patrullaje nocturno… vaya comprando parcela en el Camposanto” Anónimo.
No vaya a pensar Sr Jefe  que semejante amenaza,  que ponía  coto a mi cabeza,  me amilanezó.  Todo lo contrario,  exacerbó mi imaginación  y se me ocurrió algo que en principio puede catalogarse de genial.
Me contacté con un primo mío que vive en Tupambaé –idéntico  a mi- y lo convencí para que de incognito se viniera a Vergara y actuara como doble mío. Lo que en el cine se llama doble de riesgo.
Que haciéndose pasar por mi, comandara procedimientos, fuera a  la misa, apostara en las carreras de caballos, bailara con mi patrona en Club,  enlazara en las yerras, asi como que estuviera presente en tantas  otras actividades que frecuento y en las cuales puedo ser blanco fácil de una bala o un facón.
Donde me parecía que no había riesgo iba yo, cuando la cosa podía ser complicada lo mandaba a  el.  Era fundamental para  preservar la vida de la cabeza pensante tras los operativos –es decir la mia-
Uno de los dos siempre se quedaba en la  casa. Si nos veían juntos fracasaba el plan.
Todo venia de perillas.  Pero hubo cosas que empezaron a incomodarme.
Si bien mi primo asumía un compromiso considerable,  tenía sus contras; comía como un sabañón , me tomaba el wisky, en las pencas  jugaba sin criterio y me hacía perder plata,  pero la gota que colmó el vaso fue un dia que volví de la calle y lo encontré   sesteando en mi cama matrimonial con mi pijama y a mi mujer envuelta en un mar de lágrimas contrariada por la situación.
Asi que di por finalizado el pacto secreto, le pague el sueldo, licencia y salario vacacional y lo despedí con recomendaciones.  (Espero el estado me reintegre estos egresos)
Como corresponde volví a asumir los riesgos  que mi compromiso con la patria me exige y tome la jefatura exclusiva del cargo de Comisario.
Es todo cuanto tengo que informarle procediendo a saludarlo con mi mayor estima  comunicándole que a ese tal Anónimo  que firmo la carta no lo conoce nadie;  y que no adjunto el papelito con la amenaza  porque con el cagazo que me pegue cuando lo encontré  en la tabaquera,  envolví el tabaco y me lo fume en un par de pitadas.
Atte
Comisario de Vergara

No hay comentarios:

Publicar un comentario