Señor Jefe Político
Ayer rastrillando la seccional a mi cargo, siempre con el alto
designio de evitar la propagación de la mala semilla del crimen que parasita
nuestra sociedad, junto a los guardias civiles Casiano Silva y Marcos Cigales íbamos pasando por el caserío El Catete
(*), distante 4 leguas de Vergara cuando
vimos una aglomeración de gente al fondo de un rancho.
Entonces al grito del agente Silva: - Comisario
allí hay una tabeada- y corroborado el hecho por el abrupto descenso de un
centinela que bajaba desde lo alto de un eucaliptus para avisar a sus secuaces,
ingresamos al galope apartando
gente, en momentos que volaba el hueso a
clavarse en la pista.
Antes que llegara la taba al suelo, desenfunde
el arma de reglamento y de un certero disparo la hice desaparecer en el aire
hecha polvillo.
Cuando ordené
la detención de los involucrados, debido a que el juego de azar está
prohibido por nuestra ley, un pardito
desdentado que formaba parte del grupo, me pregunto:
- ¿Se puede saber de qué nos acusa?
- De
juego ilegal de taba señor – expresé
enérgicamente.
-Que juego de taba ni que ocho cuartos-
respondió encocorándose- si acá estamos jugando a las bochas y me acaba de
desaparecer el chico de un balazo.
Realizado los peritajes correspondientes no
pude encontrar resto alguno de la taba y
además estos energúmenos hicieron aparecer un cajón con doce bochas grandes.
Es así señor Jefe que cumplo con el penoso
deber de comunicarle que esta vez la justicia se vio burlada por este hábil
declarante; y aprovecho la oportunidad
para solicitarle que me saque número para el oculista que el mes entrante
atiende en Treinta y Tres procedente de
Montevideo..
Sin mas que informarle los saluda
atenciosamente.
El Comisario de Vergara
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