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EL PRIMER BAÑO PORTATIL VERGARENSE


Jefe Político

Treinta y Tres

Soy  de los cristianos que cuando voy a hacer del cuerpo tiene que ser en  baño propio.

En  ningún otro lugar

Más de una vez he tenido que dejar por la mitad  un procedimiento por culpa de mi vertiginoso tránsito intestinal y volver a casa cuando los tenía ahi .. con las manos en la masa.

Como usted sabe  soy un relojito en esos menesteres .. sin que jamás me haya afectado una sequedad  ventral prolongada.

Asi que ante este inconveniente  que conspira  ostensiblemente con la eficiencia de la fuerza a mi mando,  mandé hacer un excusado portátil, a mi gusto con unas tapas de eucaliptos, techo de paja  y un buen water europeo  a mi medida y comodidad,  que en las recorridas por la seccional cargamos a un carruaje al comando de guardia civil Cresencio Malvarez.. para tenerlo a disposición cuando me atropellen las ganas.

Todo venía bien hasta una tardecita, oscureciendo, que nos topamos con Eleuterio  Rojas y sus secuaces   tropeando  reses ajenas en una rinconada  del Tacuari cerquita de La Catumbera

-A ellos, grito el cabo Olivera , y se desató  una persecución a campo traviesa que ni le cuento.

Le digo que ni le cuento, porque justo en ese momento yo estaba en el gabinete higiénico, sentadito "bajando a los pies" con los pantalones por la rodilla y sacándome,  ya que estaba, tierrita de las uñas de las patas  con la punta del facón. 

Cresencio no me quiso dejar atrás,  azuzó los matungos , y aquel carro levantó velocidad, llevándose por delante chircales, zanjas,  terromotes, cupices  y tacuruses.

Yo , sin poder salir del recinto, empecé a rebotar,  girar, caer y tratar de pararme sin el mas mínimo éxito.

Voló el techo, las tabla de a una fueron quedando por el camino hasta que no quedo ninguna.

Cuando Dios quiso,  el cochero freno el carromato ...  y en mal lugar

Paramos en el medio del patio de la escuelita rural de La Catumbera..  yo sentado a la intemperie en un water europeo, encima del carro y unas decenas de niños en pleno  recreo, que mudos , paralizados,  con los ojos desorbitados,  no daban crédito a lo que veían.

Bueno señor Jefe cumplo con informarle este percance y lo saludo atte.


El Comisario de Vergara

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